domingo, 15 de noviembre de 2009

REUNION PARA LA ORGANIZACION NECESARIA./Guillermo Melendez..

Se sostiene la tesis, hasta ahora valida, de que para lograr objetivos comunes dentro de una sociedad determinada, necesario es la organización de sus miembros; sin ella, la anarquía sucedería y haría pasto de la organización o, por lo menos, la menguaría. La perdida del esfuerzo, dado el caos, limitaría la capacidad de reacción dando paso a la desidia y el abandono por parte de quien quiere participar en la organización, vale decir, habría frustración de quienes depositaron credibilidad en la estructura organizacional y un rotundo rechazo hacia aquellos responsables en dirigirla erróneamente. Lo que acá se describirá recoge el aspecto politico-social y no lo relacionado al ambito empresarial.

Son numerosos los ejemplos de fracasos organizacionales y en contrapartida loe éxitos apenas se cuentan. Los factores que inciden en los fracasos necesariamente tienen que ver con la cultura organizacional y la resistencia al cambio cuando se requiere hacer una revisión que trastoque a la proclive cultura. Los sindicatos, frentes de lucha, movimientos, partidos politicos, etc, en su mayoria han experimentado fracasos, retrocesos o estancamientos por culpa del comportamiento individual de quienes dirigen estas estrucutras organizacionales; es entonces cuando hay que abordar este comportamiento, dado que es la célula de la organización, y por consiguiente su cualidad puede afectar a los demás miembros si estos no están entrenados para avizorar estas actitudes nocivas. Un comportamiento individual, viendo su sistema psicológico, puede ser motivado cuando el individuo se mueve por impulsos, deseos o necesidades que solo a el interesan y esto debe ser causa de revisión cuando en la organización esta perfectamente definido los objetivos comunes que la motorizan, basta con agrupar a la mayoria y desplazar esta conducta individualista.

No es difícil entender esto si, por ejemplo, observamos que muchos individuos se emplean a fondo cuando se avecina un evento electoral, una vez logrado su cometido que no es mas que obtener un cargo de representación popular abandonan a sus incautos seguidores dado que pareciera que la visión de estos individuos es cortoplacista, calculadora y en consecuencia procuradora de escalones para llegar al poder. Pensar y actuar de esta manera hace mucho daño a una organización, en este caso política, puesto que el impulso y el interés alimentan el deseo de una sola persona quien difícilmente hará esfuerzos por los objetivos comunes o colectivos.

Del otro lado, cuando un miembro hace alguna observación con responsabilidad y actuando apegado a principios, estatutos o postulados, de una vez se le ataca y se expone como un enemigo de la organización, cuando lo correcto es emplazarlo a que haga una exposición pormenorizada de sus criticas que bien pudieran estar fundamentadas. Esta actuaciones son propias del juego de oponentes y dará ventaja a quien este en el poder. Si el poder esta en manos de un inescrupuloso, este hará el mayor esfuerzo para salir airoso en la querella, y el otro, quizá de mayor conciencia, quedara relegado si no consigue el apoyo del resto de los miembros.

Es entonces, dado los tropiezos organizacionales, cuando surge la REUNION, vocablo que por siglos accidentalmente viene sustituyendo a la UNION y que, en cierto modo, reintroduce al miembro relegado a seguir apostando por la credibilidad de la palabra, por la consecución de hechos positivos, para reconocerle o aceptarle sus observaciones, para corregir errores y restablecer la hilaridad rota por la irresponsabilidad de aquellos que pretendieron o pretenden manejar a la organización con un discurso personalista y manipulador. La REUNION persigue recomponer a la organización, valorar el trabajo edificante y desprendido de quienes han perseverado o de quien ha abandonado, revisar la fuente de errores, reconocerlos, asi como reordenar las ideas en que se sustentan sus principios; ello es necesario y factible siempre y cuando se asuma la problemática objetivamente sin la intervención grosera del poder. Una vez entendido el lenguaje organizacional, sus miembros hablaran un solo discurso que le permite entenderse y avizorar tempranamente cualquier conducta irresponsable. Los miembros cada vez que se agrupen lo harán bajo el estado de la UNION, participaran y se escucharan mutuamente, aprovecharan los contenidos positivos, rechazaran los negativos, todo dentro del respeto, la sinceridad, la humildad y la lealtad a un colectivo que estará atento por escuchar la palabra verdadera y percibir los hechos en concreto.

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