EGOCENTRISMO: PERFIL PERVERSO./Guillermo Melendez.

Hay actitudes humanas que no permiten el desarrollo del hombre y la mujer para establecerse como un(a) buen(a) socio de la humanidad El egocentrismo, sin dudas, tiene un peso especifico como factor de quebrantamiento de toda tendencia que promueva la participacion conjunta por el derecho al bienestar comun. Cuando se es egolatra, muchas veces, el lenguaje del cuerpo puede expresarse exponiendo de esta manera, voluntaria e involuntariamente, estigmas mentales que orientan sobre posturas determinadas, proclives, que dificultan el equilibrio de las relaciones humanas y todo lo que deriva de ella ya sea en la prestación de un servicio publico o privado. Estas posturas se hacen mas notorias en personas que logran escalar cargos de importancia y mas llamativas aun en aquellas donde el academicismo le ha sesgado en su formación valores fundamentales como la solidaridad, igualdad, convivencia, honestidad, tolerancia, respeto mutuo y la responsabilidad social, entre otras.

Este comportamiento le da ritmo y movimiento al individuo hacia actividades que le resulten beneficiosas a su interés personal. El EGO mueve a la persona a manipular y fingir, una y otra vez, hasta lograr su cometido y cuando se le descubre, sin escrúpulo, inventa algún pretexto hasta convencer a los incautos, a aquellos que no avizoraron su proclive conducta. Y de esta conducta esta llena toda una sociedad que la hace mezquina e injusta cuando se le requiere participación, igualdad y solidaridad.

Quizá esta perversa postura, movida por el EGO, sea la principal causa de la incapacidad en dar resppuesta a las masas por parte de la sociedad; por ello el pensamiento critico, con certeza, hace sus reflexiones denunciando esta vieja practica que deja en la indefension a las clases mas deprimidas, a los estratos populares, dado que el poder lo asume el EGO con sus variantes yoistas, injustas y mezquinas. Valdría preguntar a propósito ¿ habría igual oportunidad para las personas a desarrollarse plenamente?, ¿ Disminuiríamos la grosera desigualdad existente entre la mayoría pobre y una minoría ostentosa?, indudablemente que no se podria obtener los resultados que quisieramos cuando el Ser Humano antepone su interés personal ante el interés social o colectivo. Cada individuo puja, por lo general, en un esfuerzo por mantener un espacio competitivo en perjuicio de otro con menos posibilidades. El esfuerzo mancomunado va a depender de esta actitud mental, egoísta, que elimina toda posibilidad de un equilibrado desarrollo colectivo.