Con la firma del acuerdo queda en evidencia el chantaje gringo sobre la narcopolitica que hace estragos en la sociedad colombiana. Y los objetivos de ese acuerdo que en un primer momento le dieron una cobertura mediática haciéndole ver al mundo que con ello se iba a intensificar la lucha contra el trafico de drogas, así como combatir a las FARC, resultaron ser objetivos continentales ,vale decir, Plan Continental y no Plan Colombia; el problema de las drogas y las Farc que en varias oportunidades Alvarito alego tener control y dominio, realmente no es problema para los gringos pues es bien cierto que su economía se sostiene con el mercado de las drogas y con el Complejo Industrial Militar; mientra no haya Paz en Colombia mas pertrechos le vende EE.UU; mientras mas producción y trafico de drogas haya en Colombia mayor consumo habrá en la sociedad estadounidense y por tanto el capital hará su trabajo en las Bolsas; si este inefable hipócrita tenia control, entonces ¿por que entregar la soberanía de su país?; sencillamente miente y en esa enredadera aprovechada por Washington, prefirió cuidar su pellejo ante las advertencias de la mafia gringa y firmo un acuerdo que amenaza la PAZ Continental.
Ahora los ojos del mundo miran el descaro de la instalación y oyen la boba argumentación conque el gobierno de Alvarito y la vocería para los asuntos del hemisferio de Washington esgrimen para hacer ver ante la opinión publica que el acuerdo es legitimo y necesario; ¿es legitimo?, en lo absoluto, nadie fue consultado sobre ese aspecto, ni a las instancias de los otros poderes menos aun al soberano. ¿Necesario?, en lo absoluto, puesto que ya Alvarito tenia o tiene control sobre lo que El perfectamente maneja, las drogas; las liberaciones unilaterales de las Farc, aunque no necesariamente signifique debilitamiento de la guerrilla, para Alvarito constituye genuflexion, pues no hizo lo mismo a través del intercambio de prisioneros.
Si Alvarito hizo mal, hecho incuestionable, fue producto del desespero; siente el pánico una vez sea solicitado por la INTERPOL(EE.UU) cuando ya no le sea útil a los gringos y este acuerdo pudiera alentarlo mediante el concierto de la impunidad, tal como ocurre con Posada Carriles. Pero los gringos también asumieron este acuerdo bajo un desespero. Por lo menos en Latinoamerica han visto con dificultad manejar a su antojo la conciencia de los pueblos; y VENEZUELA, en ese sentido, constituye un escollo para los EE.UU. Ya son pocos los tras patio que le quedan a los gringos en esta parte del mundo; la sutileza de sus acciones para neocolonizar han dado un vuelco y ahora pretenden, dado el desespero, mostrarnos sus dientes para amedrentarnos y dar al traste con el proceso internacionalista e integrador que lleva a cabo la revolución venezolana y con ella, el concierto de naciones que le acompañan en la búsqueda de un mundo mejor u otro mundo posible.
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