lunes, 1 de febrero de 2010

LA TERCERA INTERNACIONAL / Guillermo Melendez.

También conocida como la Internacional Comunista se convoca un 02 de marzo de 1919. LA TERCERA INTERNACIONAL tuvo como máximos exponentes a Wladimir Lenin y Leon Trotski, apoyados de claros revolucionarios húngaros y austriacos. Aunque la idea estaba a la orden del día, dado el avance político por toda Europa del Estado burgués representado por las "socialdemocracias" genuflexas, habían auténticos revolucionarios menos optimistas en su fundación como los alemanes Rosa Luxemburgo y Karl Liebknecht quienes alegaban que no era el momento apropiado para plantear una nueva internacional; días antes de la convocatoria a la Internacional Comunista mueren asesinados, de manos de la policía socialdemócrata alemana, estos dos baluartes de la revolución a lo cual en el 1er. Congreso se les rindió tributo.

Recordemos que la PRIMERA INTERNACIONAL(1864-1876), propuesta por Marx y Engels, dejo sentada las bases, las ideas que planteaban la creación de un Estado socialista y que para ello era necesario la organización en partidos políticos de la clase trabajadora, la fuerza del proletariado, para desmontar el Estado burgués y con ello los mecanismos de dominación que deslumbraba el auge del sistema capitalista. Se proponía, entonces, entronizar en el poder a la clase trabajadora en función de un Estado socialista a fin de controlar los medios de producción por parte de estos y acabar con el trabajo asalariado y explotador. A esta propuesta se le llamo comúnmente la "Dictadura del proletariado".

De la SEGUNDA INTERNACIONAL(1889-1914), cabe recordar que abrió un profundo debate dado el carácter autenticamente revolucionario de muchos pensadores de la época. Ello sirvió para aclarar y definir las ideas que se tenían del socialismo, sus objetivos y alcances, originándose fracciones y posiciones en la manera de pensar; por ejemplo los revisionistas aseguraban que el socialismo podía coexistir con el capitalismo y que solo bastaba conque la clase trabajadora tuviera representación en los parlamentos a fin de legislar o impulsar mejoras en las relaciones del trabajo "dignificando y haciendo justo el trabajo del obrero". Otros, los mas radicales como Rosa Luxemburgo no daban tregua a esta manera de pensar y apostaban para que la clase trabajadora tomara el poder absoluto como única vía para liberarse de la explotación, en consecuencia cerrar la brecha social dejada por la riqueza del Estado burgués. Los revisionistas, llamados comúnmente "socialdemócratas" terminarían imponiendo su tesis y embaucando a la clase trabajadora lo que profundizo, en definitiva, el sistema capitalista en, prácticamente, toda Europa, dando pie a las pugnas interimperiales y con ella la aparición de la primera guerra mundial.

A raíz de la traición de muchos dirigentes formados en la Segunda Internacional, que terminaron por doblegarse a la funcionalizacion del Estado burgués, LENIN aboga por la convocatoria de la TERCERA INTERNACIONAL; Rusia, su escenario, ya se había conformado en "Estado socialista" y desde allí se comenzó la agitación para reunir o reunificar a las masas dispersas traicionadas y alienadas por la socialdemocracia y acogidas engañosamente por la burguesía para la defensa de sus capitales. Es entonces cuando se retoma la idea del INTERNACIONALISMO que se interpretaba en la necesidad de reagrupar a los trabajadores de toda Europa a través de los distintos partidos socialistas y comunistas que se adhirieran a la tesis de acabar con la burguesía empoderando a a los trabajadores para tener control absoluto en la fuerza del trabajo; era necesario acabar con las guerras imperiales propiciadas por el capitalismo que ya dejaban mas de 20 millones de victimas; era necesario reclutar militancia con el arma de las ideas a los trabajadores absorbidos por la guerra, desmovilizarlos del Estado capitalista burgués y RUSIA era el ejemplo a seguir dado el triunfo de los bolcheviques y su revolucion en octubre de 1917. Solo cuatro años y cuatro congreso concurrieron en la INTERNACIONAL que dejo de deliberar en 1924 arrastrados por el aparato burocratico de los SOVIETS y de la cual STALIN tuvo una responsabilidad que la historia no dejara de señalar. La TERCERA INTERNACIONAL fue dura contra el Estado burocrático de Stalin y dejo sentada las bases programáticas, metodológicas y organizacionales para dar continuidad a las tareas para la transicion hacia un Estado socialista.

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